LOS EFECTOS DE MI CONEXIÓN UNIVERSAL
Me llamo Luis Ferrer Fernández, y he sido militar profesional durante 35 años. Para los que quieran saber más sobre mi vida y/o tengan curiosidad, les diré que el resumen de mi biografía se encuentra en mi página web, Extremadura-consciente.es
En este artículo tan solo deseo compartir los cambios producidos en mi persona y en mi mente, desde el día en que me realizaron las sesiones de Sanergía y me hicieron la Conexión Universal o Sanergética.
Os estaréis preguntando ¿Qué es la Sanergía? y ¿Qué es la Conexión Universal?
Pues bien, también en mi página web, encontraréis todas las respuestas y mucha información a estas dos preguntas en el apartado de SANERGÍA. Pero he aquí un breve resumen.
SANERGÍA es una técnica (terapia), basada en la bioenergética y la física cuántica. SANERGÍA actúa desprogramando a nivel celular tu antiguo esquema de patologías, poniendo en marcha la auto-sanación de tu organismo, previniéndote así de futuras enfermedades y conflictos emocionales. SANERGÍA es compatible con cualquier tratamiento médico. No hay contraindicaciones. Se basa en la propia energía de nuestro organismo, y en la energía universal de la que todo está hecho. SANERGÍA equilibra y mejora cualquier estado de salud. En España ya hay más de cien médicos que practican habitualmente esta técnica bioenergética, complementándola con la medicina tradicional, debido a la evidencia de sus buenos resultados.
LA CONEXIÓN UNIVERSAL es la sintonización y conexión permanente con el campo etérico del planeta, con la rejilla universal. LA CONEXIÓN produce una activación energética muy eficaz. Disminuye paulatinamente el nivel de ansiedad, estrés y preocupaciones, que nos trae la vida actual. Después de hacerte la conexión, estarás mejor preparado para prevenir todo tipo de patologías en general. Tu subconsciente te avisará de aquello que te hace daño. No es necesario tener ninguna patología para realizarse la conexión. Lo mágico de la conexión, es que es habitual que se desarrollen ciertas habilidades ocultas, que están ocultas en tu interior, o que se potencien aquellas que ya manejamos.
LA CONEXIÓN te conecta con tu diseño original, con tu frecuencia vibratoria. Te coloca en tu línea de vida. Te conecta para lo que verdaderamente has venido a hacer a este mundo. Tu intuición aumentará, así como tu poder de auto-sanación. LA CONEXIÓN es un gran salto cuántico, un despertar en tu conciencia. Este nuevo cambio de conciencia se activa en cada una de las células de nuestro cuerpo, consiguiendo así una mejor calidad de vida. Con LA CONEXIÓN se expande la conciencia. Se incrementa la creatividad, la memoria y elimina los miedos. Calma la ansiedad, las adicciones, elimina el estrés, y mejora el sistema inmune. LA CONEXIÓN te origina ante todo, un fuerte crecimiento espiritual.
El 70% de las personas que se realizan LA CONEXIÓN, no padecen patologías o problemas físicos, se conectan para tener una mejor calidad de vida, para prevenir patologías, y para descubrir su verdadera línea de vida.
La conexión se realiza una sola vez en la vida. Nada ni nadie puede deshacerla. Debido a que las energías trabajan en otra dimensión a la nuestra, no hay contacto físico entre la persona y el terapeuta.
LOS BENEFICIOS DE LA CONEXIÓN SON: FÍSICOS, MENTALES, ENERGÉTICOS Y ESPIRITUALES.
Dicho esto, paso a relatar mi experiencia personal sobre LA CONEXIÓN.
Finalizada ya mi carrera militar profesional como Suboficial de las Fuerzas Armadas, y en situación de retirado tal como dije en mi biografía (todavía muy joven), el primer año me encontré muy perdido, y sin saber que iba a hacer el resto de mi vida. Téngase en cuenta que solo había hecho una cosa en toda mi vida: servir y obedecer. No tenía ninguna otra carrera, ni formación profesional.
Un facultativo de la familia me derivó al Teléfono de la Esperanza de Badajoz, quizás con la finalidad de que mi mente estuviera ocupada en algún quehacer. Fue ahí donde empecé a conocer otra vida muy diferente a la que había llevado. En el Teléfono realicé cursos de autoconocimiento de sí mismo, crecimiento personal, aprender a vivir, autoestima, etc. Llegué a la conclusión, de que yo era una persona que no me conocía a pesar de mi edad, y de ser un abuelo joven. Descubrí muchas cosas sobre mí mismo. Mi vida había transcurrido fundamentalmente, entre el miedo, la inseguridad profesionalmente hablando. Además de otras cosas, tales como miedos, prejuicios, etc.
Conocí también al caballero de la armadura oxidada, y me identifiqué con él. Descubrí mi falta de autoestima, y la falta de amor que me había caracterizado a lo largo de toda mi vida. Sin duda, estaba empezando a conocerme a mí mismo.
Posteriormente y a través de una charla gratuita, conocí una ONG de Badajoz (ADASEC), la cual pasó a ser mi primera escuela espiritual, a través de la cual tuve mis primeros conocimientos y experiencias con la espiritualidad, realizando todo tipo de actividades y talleres, como Reiki y Ho’oponopono entre otras muchas actividades. Fue ahí cuando un día me vino a la cabeza, lo siguiente, como si de un mensaje se tratase: “Ya has servido a tu patria, ahora vas a servir a otro ideal mucho más alto. A la humanidad”. Vas a ser nuestro nuevo Soldado. Un trabajador de la luz. Estarás bajo las órdenes superiores universales a las que dedicarás el resto de tu vida. Y Yo mirando las estrellas en el cielo me puse a sus órdenes.
En aquella época, mi persona había descubierto después de 50 años la espiritualidad; y todo mi anhelo, era leer para informarme de ese mundo desconocido para mí hasta entonces, en el cual me encontraba como pez en el agua. Mi anhelo o necesidad de saber no tenía límites, leía libros sin parar uno detrás de otro. Hasta que un día me llamó la atención un libro de color azul que se titulaba “EL CREADOR”, lo compré junto con otros libros, y ahí fue donde descubrí que era la SANERGÍA. Al principio creí que se trataba de un libro religioso, pero en realidad trataba de Física Cuántica. Trataba del gran poder e influencia de nuestra mente sobre nuestra salud y nuestra enfermedad. Y del manejo de las energías.
Lo curioso vino después de leer el libro del Creador. Habían pasado ya varias semanas, cuando de repente un buen día noté que se me calentaban las manos de una forma que nunca me había ocurrido. Las manos me ardían por dentro. Exteriormente estaban normales, pero interiormente la sensación era que “ME ARDÍAN LAS MANOS”. Esto sucedió aproximadamente a los tres meses después de leer el citado libro. Las manos se me estaban cargando de energía después de haber leído el libro.
Unos meses más tarde, tuve la ocasión de acudir a Madrid, donde impartirían todos los conocimientos y las prácticas sobre SANERGÍA Y LA CONEXIÓN. Cuando acudí a realizar el curso, ya me había leído el libro del Creador, es decir, iba con los deberes hechos.
Todo lo impartido en el curso, del que guardo un grato recuerdo, no solo me pareció apasionante, sino también increíble. También tengo que decir, que durante todo el curso, el cual duró cuatro días muy intensos, estuve a caballo entre el escepticismo y la credibilidad. Todo ese aprendizaje en el manejo de las energías (invisibles a nuestro espectro), era como creer sin ver. Como lanzarse a una piscina sin saber si hay agua o está seca. Yo en las prácticas no notaba nada en mis manos. Era como si fuese una prueba de fe.
Durante el curso, Alessandro Di Masi, el escritor del libro y facilitador de Sanergía en España, comentó que el libro del Creador tiene una vibración muy alta, y que a todas las personas que lo leen, les pasa algo de una u otra forma. De lo cual yo deduje, que se me habían activado mis manos para ser un sanador. Y así fue.
Durante los ratos libres del curso, los Sanergistas realizaban LA CONEXIÓN, a todas aquellas personas que lo demandaron, con un coste de 333 Euros. El curso ya me costó un buen dinero. Pero LA CONEXIÓN, era voluntaria. Realizarse LA CONEXIÓN era imprescindible para poder dedicarse a la realización de la terapia, y poder conectar a la gente, y yo estaba dispuesto a ello. Me realizaron pues LA CONEXIÓN, que dura menos de media hora. Yo estaba expectante pero tranquilo. Al principio no noté nada. Después noté como si algo me rozara un brazo, después note en el entrecejo un cosquilleo varios segundos, después nada, y de repente, note algo en mis piernas y muslos. Sentí un hormigueo que circulaba desde los pies, hasta la parte superior de los muslos en mis dos piernas, y por todo alrededor. La sensación era como si me hubiera puesto unos pantis o medias enteras de mujer conectadas a algo eléctrico. Fue una sensación muy sutil y agradable. Sin duda, estaba sintiendo la energía universal de la que todos estamos hechos
Finalizado ya el curso sin más, seguí posteriormente con la tónica de mi escepticismo y credibilidad. A ratos creía, y a ratos no. Así estuve durante dos años aproximadamente. Mi mente escéptica y rumiante, no hacía más que pensar, que lo que había hecho no valía para nada. Que eso de las energías era un camelo. Que me habían sacado un dineral entre el curso y LA CONEXIÓN. Pero un buen día después de dos años sucedió algo inesperado. Descubrí lo que LA CONEXIÓN había hecho conmigo. No me había dado cuenta durante todo ese tiempo, que todo estaba sucediendo de una forma muy sutil, y yo no me estaba enterando.
Un día cualquiera mirándome al espejo, caí en la cuenta de que había pasado ya el ecuador de los 50 años. Que era abuelo. Que llevaba 30 años casado, y que mi vida profesional se había acabado ya para siempre. Cuando de pronto me di cuenta de mi gran cambio. De la transformación que LA CONEXIÓN había hecho en mí.
1.- Yo siempre fui un poco tartamudo por inseguridad y nerviosismo. Cuando me percaté, hacía ya meses que estaba dando conferencias sobre Sanergía y la Conexión a decenas de personas. El tartamudeo me había desaparecido. Y también el miedo escénico a hablar en público después de la primera conferencia.
2.- Siempre decía muchas palabras malsonantes. Noté un gran aumento en mi Programación Neurolingüística (PNL). Dejé de decir los viejos tacos y palabras malsonantes de siempre. Desarrollé notablemente mi vocabulario. Empecé a prestar mucha atención a la forma de expresarme. Me convertí en un gran comunicador.
3.- No era capaz de leer dos folios sin que me entrara sueño. No leía apenas nada. Pase a tener una capacidad para leer libros durante horas sin cansarme. Leí cerca de 200 libros en poco más de dos años. Pero lo más curioso es que podía realizar una presentación (P. Point) o charla, de cualquier tema o de cualquier libro con facilidad.
4.- Siempre fui muy mental. Tenía una mentalidad rígida y militar. Mi cambio fue muy drástico. Pase a tener un gran crecimiento espiritual. También un gran sentido de la solidaridad y del amor hacia todas las personas en general.
5.- Antes siempre iba muy despistado por la vida. Surgió en mí, un gran despertar en consciencia. Empecé a guiarme por la intuición y por mi corazón. Ya no por la mente y la razón como antiguamente. Era más consciente de todo lo que sucedía a mí alrededor.
6.- Nunca supe lo que era la espiritualidad. Cuando la descubrí, me sentí como pez en el agua. Fue como algo familiar que conociera de toda la vida.
7.- Mi vida ha sido de servicio y entrega. Me gustaba ayudar a la gente. Me convertí en terapeuta holístico sin darme cuenta, a través de las Terapias de Sanergía y Reiki, ayudando a las personas.
8.- Nunca había creído en los milagros. Ahora los veo todos los meses. En las terapias de Reiki y Sanergía, comencé a ver curaciones milagrosas. Remisiones radicales de cáncer. Levitaciones, experiencias espirituales en las personas. Mejora de las patologías en general, etc. Al principio creía que eran casualidades y coincidencias, pero llevo un control en dos cuadernos, con las notas y experiencias de más de 80 personas en estos 8 últimos años. Ya no tengo dudas. No hay enfermedad incurable para el AMOR INCONDICIONAL.
Nuestro poder para hacer milagros es real. Nadie sana a nadie, ni siquiera los médicos. El ser humano tiene la capacidad de sanarse a sí mismo y sanar a los demás a través del AMOR. Pero no estamos hablando de un amor cualquiera, estamos hablando (insisto), del AMOR INCONDICIONAL. La intención, el amor y la fe, es lo que produce el milagro. Solo el amor es real. Todo lo demás no lo es. Ni siquiera nosotros mismos.
