BIOGRAFÍA
Me llamo Luis Ferrer, y soy el creador de esta página web “Extremadura Consciente”. Nací en Madrid en 1956, y de pequeño iba al colegio de los Salesianos de Atocha del que guardo un grato recuerdo. Me casé en Guadalupe, y tengo dos hijos y dos nietas.
Al llegar a mi mayoría de edad, fui llamado para realizar el servicio militar obligatorio. Acto seguido, me alisté como CABALLERO LEGIONARIO PARACAIDISTA en el Ejército de Tierra.
Compaginé mi servicio militar como voluntario, para preparar mi ingreso en la Academia General Básica de Suboficiales (A.G.B.S.), y ser militar de carrera, donde salí ascendido con los galones de Sargento efectivo en el año 1981.
Vida profesional
Mi primer curso académico transcurrió en la academia militar de Tremp (Lérida), y el segundo de especialización, en la academia militar de Infantería en Toledo. Siendo considerada en 1.979, como la primera academia militar más dura de Europa y la segunda más dura del mundo, después de West Point en EE. UU.
Este segundo año para mí, fue sin duda en términos generales, de una dureza extraordinaria, me puso a prueba en todos los sentidos, marcando y forjando mi personalidad y carácter para el resto de mi vida.
El tercer año académico ya de Sargento en prácticas, tuvo como novedad, la vivencia del golpe de estado del 23 F encontrándome de maniobras militares en Zaragoza con la División Acorazada Brunete.
En 1.981 mi primer destino fue de nuevo la Brigada Paracaidista en Alcalá de Henares (Madrid), por servidumbre. A continuación estuve cinco años en el País Vasco (San Sebastián), entre los años (83-88). Era una de las peores épocas de atentados, donde por desgracia tuve que vivir circunstancias muy desagradables.
Mi siguiente destino fue en Badajoz, en el Acuartelamiento de Sancha Brava, donde tuve la ocasión de participar con la Agrupación Extremadura como Casco Azul (Soldado de la Paz), de las Naciones Unidas, a Bosnia Herzegovina (antigua Yugoslavia).
Aprovechando mi destino militar en Extremadura, colaboré como voluntario en la Cruz Roja de Badajoz durante ocho años. Tuve la suerte de ser el primer monitor nacional de salvamento y socorrismo acuático de la Asamblea Local de Cruz Roja en Badajoz capital. Durante todo ese tiempo, impartí más de cuarenta cursos (Salvamento Acuático y Primeros Auxilios), con 1.200 horas, y 984 alumnos (civiles y militares).
Posteriormente tuve mi tercer destino en las Palmas de Gran Canaria durante cuatro años. Una tierra con un clima muy agradecido, y una gente maravillosa y solidaria.
Mi cuarto y último destino, vino con el ascenso a Subteniente en la Base Militar de Botoa (Badajoz), donde tuve la experiencia de participar en la misión de IRAK. Ni que decir tiene, que lo que allí viví, no tiene nada que ver con el resto de mi vida militar. Verdaderamente, al ver las desgracias y la miseria de la gente, es cuando empiezas a valorar y apreciar lo que tienes todos los días.
Finalizada ya mi carrera militar después de 35 años, mi vida dio un giro de 180º, pasando de una abnegada y austera vida castrense, a una vida espiritual. Durante los primeros meses de mi reciente retiro militar, me encontraba descolocado y sin rumbo. No me fue nada fácil desengancharme de una larga profesión de entrega y servicio dedicada a la Patria con mucho espíritu militar, y al servicio de la sociedad, a la que le dediqué más de la mitad de mi vida, dándole en múltiples ocasiones prioridad incluso sobre la familia.
Teléfono de la Esperanza
Finalizada ya mi carrera militar, mis primeros pasos en la vida civil como muchos militares decimos, tuvo comienzo en el Teléfono de la Esperanza de Badajoz, donde realicé diversos cursos y seminarios sobre: Conocimiento de mí mismo, Crecimiento personal, Aprendiendo a vivir, Autoestima, etc.
Fue sin duda en estos cursos sobre salud emocional, donde descubrí que en realidad yo era una persona con más de 50 años, que no se conocía a sí misma, a pesar de la edad y de todo lo vivido. Los cursos y talleres del teléfono de la Esperanza, del que tengo un muy grato recuerdo, fueron sin duda mis cimientos como persona (claves), para empezar a conocerme a mí mismo, y posteriormente para mi crecimiento espiritual.
Un buen día, me encontraba en el centro de Badajoz, donde me llamó la atención el color azul de un bonito cartel, que anunciaba una charla espiritual de forma gratuita. La charla tenía como título “Vivencia Esencial”. Sentí curiosidad y asistí a la que fue mi primera charla de espiritualidad; la que sin duda cambió el rumbo de mi vida. Se impartía en ADASEC, (ONG) que se encuentra en Badajoz desde hace más de treinta años. Al escuchar la charla, sentí una paz y una relajación no experimentada hasta entonces, me sentía como pez en el agua, presentía que todo aquello estaba hecho para mí; experimentando un sentimiento de plenitud, jamás sentidos en mí hasta entonces.
ADASEC
ADASEC se convirtió en mi escuela espiritual, de la que guardo muy gratos recuerdos. Comencé realizando su curso estrella, “Vivencia Esencial”. El cual recomiendo a todo el mundo que quiera iniciar este camino interior, que muchos buscamos alguna vez en la vida. Posteriormente realicé talleres de relajación, Ho’oponopono, mi iniciación en Reiki, etc.
Aquella época, era el comienzo de mi despertar espiritual. Mi necesidad de conocimientos sobre los temas espirituales, despertaba en mí una pasión que no tenía límites. Durante tres años leí todo lo que caía en mis manos: metafísica, un curso de milagros, física cuántica, terapias alternativas, vida después de la vida, etc. Más que leer libros los estudiaba.
Como anécdota curiosa, los libros que leía, no guardaban ninguna relación aparente entre sí unos con otros, pero era como si alguien o algo me fuera guiando el camino de mi despertar. Los temas de los libros en general, era como si fueran enlazando mis conocimientos, y resolviéndome a la vez, mis dudas y problemas cotidianos. Un libro me llevaba y me guiaba a otro, como si me llevaran de la mano. Era como si alguien me los fuera presentando para facilitarme el camino.
A menudo tenía la sensación, de que casi todo lo que leía, me resultaba familiar. La mayoría de las cosas no solo las comprendía, sino que encajaban perfectamente con mi forma de pensamiento, a pesar de no haber leído nunca nada semejante sobre dichos temas.
Posteriormente me inicié en la meditación durante un año con los Gnósticos, donde estuve un año recibiendo las enseñanzas de su profunda filosofía espiritual.
Ahí fue donde me di cuenta, que en realidad nunca morimos, y que nuestra vida terrenal, la que conocemos, no es real. Real es lo que es para siempre. Esta vida es tan solo un tránsito en un planeta escuela.
Un buen día y sin saber porqué, comencé a escribir sin razón aparente, sobre artículos espirituales y de salud emocional. Después de un año, me encontraba colaborando en dos revistas de Badajoz, y con las revistas del Teléfono de la Esperanza, la Hermandad de las Fuerzas Armadas y Guardia Civil de Badajoz, y con la revista militar Tierra Mar y Aire a nivel nacional.
Fui alentado en varias ocasiones por un Coronel amigo mío de Badajoz, a colaborar con esta última revista. Pero yo siempre le decía lo mismo: Mi Coronel, cómo voy yo a colaborar con artículos espirituales y de salud emocional, en una revista puramente militar, teniendo en cuenta además, que en ella escriben y colaboran prácticamente altos cargos militares, como Generales, Coroneles y Almirantes en su mayoría. Recuerdo que también le decía con mucho cariño: Pero mi Coronel, que yo tan solo soy un chanquete, como mucho un boquerón, como voy a nadar con esos tiburones. Mi colaboración con la revista militar la consideraba inviable, porque algo así para mí no tenía precedentes.
Así pues, comenzaron mis colaboraciones con la revista militar TIERRA MAR Y AIRE, a nivel nacional. El ver mi artículo publicado las primeras veces en la revista, supuso para mí sin duda, una gran motivación y alegría. Pasado un año, llegó una carta a mi domicilio, anunciándome que me habían concedido el premio nacional (anual), de la citada revista militar, con un premio en metálico, teniendo que ir personalmente a Madrid para recogerlo en una cena de gala militar. Para mí fue toda una sorpresa. Este milagro de la consciencia, como yo a veces lo llamo, fue sin duda para mí, un gran estímulo, y también el combustible que me sigue dando fuerzas para seguir escribiendo día a día.
Ateneo de Badajoz
Más tarde me hice socio del Ateneo de Badajoz, donde comencé colaborando con una amiga que coordinaba una sección sobre la mujer.
El Ateneo de Badajoz, está compuesto de varias secciones, entre ellas se encontraba la sección de Espiritualidad, la cual se encontraba en cuadro y sin funcionar como tal. En ese momento, se me pasó por la cabeza la posibilidad de despertar y/o activar dicha sección. Pero me preguntaba que podía hacer yo, si no sabía como hacerlo, y tampoco disponía de conocimientos.
Empecé con dos personas a programar algunas charlas, y con una presentación (p. point) que yo disponía de un libro leído. Lo cierto, es que no tenía nada más que ofrecer. A pesar de ello, decidí seguir adelante y confiar, aunque la verdad, no sabía como iba a hacerlo. Sólo sabía con certeza en mi interior, que tenía que hacerlo. En mi interior sentía un profundo anhelo de poner en marcha la sección; cuando de repente sucedió lo inesperado. Empezaron a llegar personas a mi vida sin buscarlas.
Algunas personas sólo las conocía de forma superficial, pero otras llegaban a mí como por arte de magia, sin conocerlas absolutamente de nada (se daban sincronicidades). Lo curioso es que yo no buscaba ni llamaba a nadie, la mayoría se ponían en contacto conmigo sin conocerlas personalmente. Y yo, ni corto ni perezoso, les ofrecía la oportunidad de hablar y colaborar en el ateneo sobre cualquier tema de Espiritualidad, para el despertar de la consciencia.
Pasaron las semanas, y mi sorpresa fue, cuando la sala del Ateneo se llenaba de personas los lunes de casi todas las semanas, cuando en otras secciones apenas había gente. Así estuvimos durante seis años consecutivos con mucho éxito, dando charlas sobre muchos temas en general, gracias a la colaboración de muchas personas que aportaron sus conocimientos con mucho cariño. En la sección de Espiritualidad del Ateneo de Badajoz, han colaborado durante estos años, cerca de cuarenta personas, impartiendo todo tipo de temas: Conversaciones con Dios, Vida después de la vida, Yoga y meditación, Un curso de milagros, Descodificación de enfermedades (Descodificación biológica), Física cuántica, Inteligencia emocional, Terapias alternativas, etc..
Todas las charlas y talleres de Espiritualidad en el Ateneo han sido altruistas para todas las personas. Y han tenido como objetivo el despertar de la consciencia, el crecimiento personal y la evolución espiritual de las personas.
Pasado un tiempo, y debido a la gran cantidad de personas que ya nos conocíamos, se nos ocurrió que podíamos realizar un encuentro de fin de semana una vez al año en alguna parcela al aire libre.
Dicho y hecho. Bautizamos a nuestro encuentro anual espiritual con el nombre de “EXTREMADURA CONSCIENTE”, pasando posteriormente a ser yo su creador, con la estimable colaboración de las personas que acudían al Ateneo; tanto ponentes como personas asistentes.
I ENCUENTRO EXTREMADURA CONSCIENTE
El primer encuentro lo organicé con gran escepticismo e inseguridad, el miedo al fracaso me frenaba. Pero interiormente confiaba en mi preparación y en mis capacidades. Y una vez más, la vida me volvió a sorprender con otro milagro. En cuanto confié, y puse el Encuentro Extremadura Consciente en manos de mi Ser Superior, todo empezó a fluir.
Al primer evento de Extremadura Consciente fue un éxito, acudieron más de 130 personas. Llegaron personas no solo de Badajoz, sino también de Cáceres, Plasencia, varios pueblos de Extremadura e incluso de la comunidad de Andalucía. No es fácil para nadie reunir a tanta gente; y menos un fin de semana. Las casualidades como sabemos, no existen. Estaba claro que había tenido una gran ayuda. La de mi Ser Superior.
Durante todos estos años de despertar espiritual y de forma paralela, me hice terapeuta holístico prácticamente sin darme cuenta. Me inicié en las terapias de Sanergía y la Conexión Universal, Reiki, Biomagnetismo y Mesa de Conexión.
Las terapias alternativas en general, han surgido como consecuencia, de las nuevas energías que han llegado a nuestro planeta para nuestra evolución. Surgen para sanarnos a nosotros mismos y evolucionar en consciencia (amor incondicional).
Las terapias alternativas (Medicina natural holística), actualmente están demostrando ser de gran ayuda y utilidad en la salud de las personas, como ayuda complementaria a la medicina tradicional.
En la actualidad me encuentro jubilado, y ayudo con mis conocimientos y terapias alternativas, a las personas que me lo piden, tanto para su salud, como para su despertar y crecimiento espiritual en beneficio de su evolución, a través de la web “EXTREMADURA CONSCIENTE”. Está página web está destinada fundamentalmente a LA CURA DEL CÁNCER Y A LA ESPIRITUALIDAD. Y a disposición de todas las personas que quieran recibir gratuitamente información respecto a la cura del cáncer y/o su relación con la espiritualidad.
Después de leer diversos libros sobre el cáncer, he impartido diversas charlas en las que afirmo y estoy convencido de que la cura del cáncer es perfectamente posible. Y de eso trata fundamentalmente nuestra página web.
Esta página abrirá tu conciencia. Te ayudará a despertar y a ver que el mundo que vivimos es ilusorio. Hay otra vida mucho mejor que espera ser descubierta, y solo tú puedes hacerlo. El despertar es individual, nadie puede hacerlo por ti. Todos venimos con la misma misión. Descubrir quienes somos en nuestra verdadera esencia, y evolucionar en consciencia a través del amor incondicional.
Las terapias alternativas, los cursos, las charlas y todo lo demás, tan solo son herramientas que nos ayudan en el despertar de la conciencia hacia nuestra evolución.
La muerte no existe tal como la conocemos. La muerte es tan solo un tránsito hacia otra dimensión, donde seguimos existiendo energéticamente y evolucionando en otro estado de consciencia. La muerte es una transformación de oruga a mariposa, un despertar, como decía Elisabeth Kübler Ross.
En realidad somos inmortales. Dios ya nos ha dado la vida eterna, viviendo existencia tras existencia. Estamos destinados a vivir eternamente con nuestro creador. Así lo ha querido él. Dios nos creó para experimentarse a sí mismo, a través de nuestro cuerpo, y de nuestra personalidad.
Dios es inmortal y eterno. Es difícil para el ser humano, asimilar que siempre viviremos con él. El ha dispuesto que siempre llevemos su esencia divina en nuestro interior, por eso no hay separación entre él y nosotros. Somos uno con él. No podemos morir nunca, porque en realidad somos una parte de él.
Su amor incondicional es tan inimaginable, que no alcanzamos a comprenderlo. Esa es la lección de las lecciones.
El amor incondicional, es la única y la más importante lección que tenemos que practicar para nuestra evolución espiritual aquí en la Tierra. Es nuestra alma la que viene a experimentarse y a evolucionar a través de nuestro cuerpo, aquí en este tránsito efímero de nuestra existencia en la Tierra, que no es más que un viaje más con una ilusión de LA VIDA REAL.
