EL PROCESO DE PÉRDIDA
La muerte no es el final, la muerte forma parte de la vida.
La muerte tan solo es un paso que damos hacia otra dimensión de existencia, donde seguimos viviendo bajo otra forma de energía y de una forma muy diferente.
Y cuando sabemos esto, sabemos que los demás en realidad no se van del todo, esas personas siguen en contacto con nosotros desde otros planos o realidades (Ya hay miles de casos en el mundo que avalan esta realidad).
Cuando alguien de nuestro entorno está próximo a marchar, es conveniente asegurarse que no nos queda nada pendiente con él, que estamos completamente en paz, y que le deseamos el mejor tránsito posible.
La sensación que nos quedará tras su partida es completamente diferente si hemos resuelto con la persona o si no lo hemos hecho.
El duelo será mucho más rápido y saludable cuando no hay nada pendiente.
Por otro lado, es conveniente que el proceso de despedida de la persona, lo hagamos sin dramatismos innecesarios, que no se lo pongamos más difícil al que hace el tránsito, sino que sepa que quedamos tranquilos y que seguiremos adelante nuestro camino a pesar de su marcha.
El alma sabe que es la despedida hasta el reencuentro en el otro lado.
Es también hermoso, agradecer antes de la partida lo vivido y lo compartido, desde la sana y comprensiva convicción de que cada uno lo hizo lo mejor que supo, y que el ser humano está lleno de limitaciones.
Cuando alguien querido se va, es conveniente permitirnos sentir la pérdida y permitirnos también sacar nuestras emociones y no reprimirlas. Lo mejor es vivir la experiencia de la forma más natural y directa posible.
No se trata de forzar las emociones ni tampoco de sobreactuar, sino simplemente no reprimirlas. Lo que nos salga en ese momento será perfecto.
En todo caso, lo que si podemos es hacernos conscientes, después de cómo lo hemos vivido y de lo que eso dice de nosotros, del momento en el que nos encontramos.
Como toda etapa de cambio, hay que adaptarse a ella y saber pasar página sin aferrarse al pasado.
También es importante, en estas circunstancias, ayudar al alma del fallecido a pasar a la luz, a ir a la V dimensión, y que no se quede atrapado en la IV con su ego astral.
Para ello es importante tranquilizarle y permitirle que se vaya en paz. Es importante, también, enviarle siempre mucho amor y mucha luz, y la mejor manera de hacerlo es no entrando en juicios sobre si fue buena o mala persona en vida.
UN PILAR DE CALMA
Nuestro nivel de comprensión y de evolución, hará sin duda que en el proceso de la muerte, la podamos vivir desde la calma y desde el sosiego en mayor medida.
Tan solo tenemos que limitarnos a ser nosotros mismos, y a manifestar con nuestra presencia nuestro nivel de evolución. Eso es lo que traerá la calma de forma sencilla a nuestro alrededor.
Para la mayoría de las personas de nuestro entorno, la muerte es un drama inexplicable que les sume en la confusión, y son incapaces de vivir la partida de alguien desde la normalidad, desde la conciencia clara de que es un proceso natural por el que todos hemos de pasar, y que no es ningún proceso negativo o dramático.
En los duelos la mayoría de la gente busca hablar de temas intrascendentes, que consigan distraerles de esta cuestión, tan irresoluble para ellos, como es la muerte.
Cuando estamos en calma con respecto al tema de la muerte, podemos ACOMPAÑAR de una forma muy hermosa a los que se van, desde la naturalidad que supone comprender el proceso, y saber que: LO ÚNICO QUE SE REQUIERE AHÍ, ES LIMITARNOS A ESTAR PRESENTES, a acompañar desde la sencillez de la presencia, sin pretender nada más que ese acompañamiento sereno.
PARA REFLEXIONAR:
1ª PREGUNTA. ¿EN QUÉ SENTIDO LA MUERTE ES UNA RENOVACIÓN?
RESPUESTA POR CANALIZACIÓN.
- Todo lo que nace tiene que morir para poder ser transformado
- Todo está hecho de energía, y la energía, aunque no se destruye, ha de ser renovada para su transformación.
- No hay evolución sin cambio (sin transformación), es imposible.
- Como ya sabéis, la semilla ha de morir para que nazca lo nuevo; al igual que tú, también has de desprenderte de lo viejo para que pueda volver a nacer lo nuevo en ti.
2ª PREGUNTA ¿MORIMOS OTRAS VECES A LO LARGO DE NUESTRA HISTORIA?
- En realidad vosotros nunca habéis nacido, por eso no podéis morir.
- La muerte real no existe; pues todos sois uno conmigo; pero vuestro desencarne es necesario para que podáis seguir evolucionando entre vidas.
Esa vida entre vidas, también es necesaria para seguir el camino de la existencia, ya que en ella también se trabaja ayudando a otras almas a evolucionar con lo que habéis aprendido de vuestra experiencia durante vuestra existencia en la Tierra. - En la otra vida, también seguís evolucionando, solo que de otra forma y en otra dimensión. Aquí tan solo venís a tener una experiencia de vida que demanda vuestra alma en este limitado mundo físico.
- Tenéis que aprender a morir antes de morir. Es decir, tenéis que aprender a vivir y a abrazar (aceptar) la muerte antes de vuestro desencarne. O lo que es lo mismo, solo aprendiendo a morir, aprenderéis a vivir. Solo así viviréis. En vuestra vida, no sabéis vivir, pero tampoco queréis morir.
- La vida, la verdadera vida, es eterna; y no tenéis que hacer nada para ganarla (ya la tenéis). Desaprende todo lo que te enseñaron. Todos estáis destinados a vivir eternamente con vuestro creador. Mi amor por vosotros es tan grande que así lo dispuse.
- Todo proviene de mí, y al final todo vuelve a mí, pero en realidad nunca muere, solo se transforma.
- Nada empieza y nada termina, pues “YO SOY”.
