Las emociones guían y modulan nuestras vidas; son nuestro motor, constituyen el impulso que nos hace ir adelante, aunque no sepamos bien hacia dónde vamos. Si nos paramos a pensar qué es lo más importante para nosotros, nos daremos cuenta de que su importancia proviene de los sentimientos que depositamos en ello.

Nos hemos acostumbrado desde hace ya tiempo, a poner en manos de otras personas nuestra salud. Hemos confiado en curas, médicos, y farmacéuticos, y eso no ha cambiado a lo largo del tiempo. Las personas que controlan la salud (tu salud), están decidiendo sobre tu vida, y por lo que veo, te mantienen enfermo para lograr su sustento.

¿Qué pasa si te sanan?

Lo más seguro es que se queden sin sustento, pero eso no estaría mal, si solo te afectara no solo tu bolsillo, sino también a tu salud y a tu bienestar emocional.

Lo que buscamos, es que ya no tengas que recurrir a otras personas para sanarte. La verdadera sanación la hace uno mismo.

¿Cómo?

Solo tomando conciencia del origen de tu padecimiento o enfermedad.

La experiencia de vida me ha demostrado que las personas que enferman, son las que se meten en la vida de los demás.

Así pues, ¿quién soy yo, para interferir con las decisiones que toma la otra persona?  

Evita interferir con tus pensamientos lo que esté bien o está mal para otras personas, lo único que puedes hacer, es dar tu opinión, pero no imponerla. Y no caigas en el error de creer, que todo lo puedes solucionar tú mismo, porque eso te lleva a creer que sabes que es lo mejor para los demás, y esa creencia es el origen de la enfermedad. Ten en cuenta que tu vida solo la puedes vivir tú. Y nadie, absolutamente nadie, puede interferir en esa vida.

El cáncer no es una Enfermedad; “Es un Mecanismo de Supervivencia”. Lo que vas a leer, puede que estremezca o hasta desmantele los mismos fundamentos de tus creencias sobre tu mente, cuerpo, salud y curación.

Quizá te sorprenda saber, que una persona que es afligida con las causas principales del cáncer (lo cual constituye la verdadera enfermedad), que lo más posible es que la persona muriese rápidamente (dos o tres semanas), si su cuerpo no mutase o produjese células cancerígenas. Es más, el cáncer no solo ocurre después de que todas las defensas o mecanismos de curación en el cuerpo han fallado. En circunstancias  extremas, el ser expuesto a abundantes cantidades de agentes que producen cáncer, puede traer al cuerpo a un colapso del sistema de defensas en algunas semanas, o meses, permitiendo desarrollos agresivos y rápidos de tumores cancerígenos. Aunque por lo general, tarda muchos años, hasta décadas, para que estos “tumores malignos” se formen.

Contra el cáncer no se puede luchar, es una batalla perdida de antemano. Tal y como hemos dicho, la enfermedad hay que integrarla, comprenderla y trascenderla. Es la única forma de erradicar la enfermedad para siempre.

Toda enfermedad (en especial el cáncer), nos trae un mensaje. Aunque hay más de doscientas clases diferentes de cáncer y sus orígenes son por distinta causa, el mensaje general en el fondo siempre es el mismo. Tenemos que cambiar de manera drástica nuestra actual forma de vivir en todos los aspectos y de forma inmediata. Tenemos que dar una vuelta por completo a nuestra vida, como darle la vuelta a un calcetín.

El cambio ha de ser holístico; es decir: físico, mental, emocional y espiritual.  El ser humano es mucho más que un cuerpo físico. Ya lo han demostrado los recientes descubrimientos de la Física Cuántica.

Toda enfermedad ha de ser conocida en su origen, (incluido el cáncer), para poder descifrar su mensaje. Aceptarla para poderla integrar, y finalmente hacernos consciente de ella para trascenderla.

Los tratamientos médicos convencionales contra el cáncer, a través de los protocolos actuales, donde solo se trata el plano físico, son bajo todos los puntos de vista incompletos. En algunos casos, puede haber una cierta mejoría, sí, pero no una erradicación definitiva del cáncer, ya que no se está tratando a la persona en su totalidad y en conjunto. De esa forma, es evidente que no lograremos nunca la sanación definitiva y deseada. A no ser que cambiemos nuestras percepciones de lo que el cáncer verdaderamente es, éste continuará resistiéndose a los tratamientos, debido a que no se ha tratado el origen de la enfermedad.

Actualmente disponemos de Diccionarios de Enfermedades y libros, donde se puede consultar cual es el origen y/o la causa de los diversos tipos de cáncer, así como de las enfermedades en general.  También hay terapeutas, y personas  especializadas en un tipo de terapia, llamada descodificación biológica, o desprogramación de enfermedades, para que te hagas consciente de lo que te enfermó, y así tu cuerpo pueda poner en marcha su propio sistema de auto-curación del organismo.

La verdadera sanación está dentro de ti. No en los médicos ni en las medicinas. Nuestro cuerpo tiene una inteligencia celular de más de cuatro millones de años, y sabe curarse a sí mismo. Sólo tenemos que darle la oportunidad de hacerlo.

NO HAY ENFERMEDAD INCURABLE (TODO SE PUEDE CURAR), EL CÁNCER SE PUEDE CURAR Y DESPROGRAMAR. 

Consultar bibliografía del Dr. Ryke Geerd Hamer. (Oncólogo, Catedrático, y médico con cinco especialidades. Propuesto para el premio Nobel de medicina antes de su fallecimiento. El Dr. Hamer, después de padecer cáncer, y ser atacado por sus homólogos, demuestra científicamente en un congreso internacional oficial de médicos en Viena, donde expone sus teorías sobre la nueva medicina Germánica, en donde expone la Ley Férrea del Cáncer y el Foco o Diana de Hamer.

El cáncer puede ser la oportunidad más grande que te haya ocurrido para ayudarte a restaurar el balance en todos los aspectos de tu vida, pero también puede ser el resultado de un trauma severo y un sufrimiento continuo.

El cáncer no es más que sólo una de las muchas formas que el cuerpo está tratando de cambiar la forma en tú te ves, y como te tratas, incluyendo por supuesto a tu cuerpo. Esto inevitablemente trae el tema de la salud espiritual, lo cual tiene en lo mínimo un rol tan importante en el cáncer como las razones físicas y emocionales.

¿Qué cosa es lo que hace que el 50% de la población hoy en día sea propensa a desarrollar cáncer?

Son muchos los factores: la alimentación, el modo de vida, el no saber gestionar nuestras emociones, el estrés, y el no disfrutar de la vida fundamentalmente. El Cáncer siempre ha sido una enfermedad bien rara, excepto en países industrializados durante los últimos 40-50 años.

¡El cáncer no mata a una persona que esté afligida con este¡ Lo que mata a una persona con cáncer no es el tumor, sino las numerosas razones detrás de las mutaciones celulares, y la razón del por qué el tumor se ha desarrollado. Estas razones básicas, son las que deberían ser el enfoque detrás de todo tratamiento de cáncer. Pero todavía la mayoría de oncólogos, típicamente las ignoran. Conflictos constantes, vergüenza, por ejemplo, pueden fácilmente paralizar las funciones más básicas del cuerpo, y resultar en el desarrollo de un tumor cancerígeno.

La mayoría de las personas con cáncer y otras enfermedades, se caracterizan por reconocer un cierto patrón de pensamiento, creencias y sentimientos que son comunes en la mayoría de ellos. Algunos de ellos son los siguientes: pobre auto-estima, conflictos no resueltos, preocupaciones, muchos miedos, o traumas emocionales del pasado que todavía no se encuentran morando en el subconsciente. El cáncer, como enfermedad física, no puede ocurrir a no ser que  haya una marcada presencia de una molestia emocional y/o un asentamiento de frustración profunda.

Pacientes con cáncer, típicamente sufren de falta de auto-respeto o baja-estima, y muchas de las veces tienen “situaciones no terminadas” en sus vidas.

El cáncer no es la causa de que la persona se enferme; es la enfermedad de la persona la que causa el cáncer. Para tratar el cáncer de una forma efectiva, requiere que el paciente llegue a una función integra y plena, de nuevo en todos los niveles de su cuerpo, mente y espíritu. Una vez que las causas del cáncer hayan sido adecuadamente identificadas, llegará a ser aparente lo que necesita hacerse para recuperar una recuperación total.

Es un hecho médico que todas las personas tienen células cancerígenas todo el tiempo. Estas células cancerígenas permanecen indetectables por medio de las pruebas convencionales, hasta que se hayan multiplicado a varios billones, y estén causando daños. Los tratamientos convencionales pueden reducir el número de células cancerígenas a un nivel indetectable, pero lo seguro es que no puede erradicar todas las células cancerígenas. Siempre y cuando las causas del tumor permanezcan intactas, el cáncer puede re-aparecer en cualquier momento, en cualquier proporción y en cualquier sitio del cuerpo.

El curar el cáncer, tiene muy poco que ver con deshacerse con un grupo de células cancerígenas detectables. Tratamientos como la quimioterapia y radioterapia, pueden ciertamente envenenar, o quemar muchas células cancerígenas, pero estos procesos, también pueden destruir muchas células en la médula, tracto intestinal, hígado, riñones, corazón, pulmones, etc., lo cual muchas veces resultan en daños irreparables  de órganos  y sistemas enteros en el cuerpo. Una verdadera curación de cáncer, no ocurre al costo y destrucción de otras partes vitales del cuerpo.

Cada año, cientos de miles de personas quienes una vez eran “exitosamente” tratadas de cáncer, mueren de infecciones, ataques al corazón, insuficiencia hepática, insuficiencia renal, y otras enfermedades, porque los tratamientos de cáncer generan una cantidad masiva de inflamación y destrucción de los órganos y sistemas del cuerpo. Por supuesto, estas causas no son atribuidas al cáncer. Esta omisión estadística lo hace lucir como si estuviéramos progresando en la lucha contra el cáncer. Sin embargo, muchas personas están muriendo a causa de los tratamientos de cáncer, más que del mismo cáncer. Una verdadera curación, es lograda solo cuando las causas del desarrollo excesivo de células cancerígenas han sido removidas o detenidas.

“Presta atención a tu cuerpo, a veces se enferma para que sanes tu alma…”