En este artículo, al igual que en todos los que escribo sobre el cáncer, tan solo trato de llegar al mayor número de personas en general. Tanto a las que padecen cáncer como a las que no. Esa es mi única intención. Tan solo soy una persona jubilada que ha leído algunos libros de cáncer, y anhela compartir dicha información, porque  cree firmemente que el cáncer sí tiene cura.

El cáncer es un tema extremadamente delicado y muy serio. Soy consciente del dolor y el sufrimiento que causa entre las personas que lo padecen, y también entre sus seres queridos (lo he vivido en mi propia familia). Algunas personas se sienten heridas y molestas, simplemente con hablar del tema, y lo comprendo. Por eso, y como siempre digo al principio de mis charlas sobre el cáncer, que únicamente me limito a informar de lo que leo. Mi anhelo tan solo es compartir la información que cae en mis manos, para tratar de ayudar en lo posible a quienes les pueda servir. También deseo hacer resaltar que puedo dar mi opinión sobre lo leído, pero nunca imponerla. Mi opinión no tiene ninguna importancia. Cada persona es un mundo, y es libre de hacer con su vida y con su salud, aquello que considere más conveniente, y yo lo respeto y lo comparto.

Después de leer 15 libros sobre cáncer, y no serán los únicos, he llegado a la conclusión de que el cáncer sí tiene cura, estoy convencido de ello. La cura del cáncer por increíble que pueda parecer, ésta al alcance de nuestra mano. Yo no digo que sea fácil, pero tampoco es difícil o imposible. Yo creo que la cura definitiva del cáncer es compleja en sí misma. Es decir, hay que hacer muchos cambios en nuestra vida.  Las fuentes abiertas de información de las que yo he bebido, están al alcance de todo el mundo. Actualmente vivimos saturados de tanta información, debido a la tecnología y los medios a nuestro alcance. La consecuencia es que las  personas ya están cansadas, y/o estresadas, y no le prestan atención a un tema de tanta importancia como es el cáncer. Por otra parte, España sigue siendo un país donde se lee muy poco en general.

En la actualidad ya hay mucho escrito sobre el cáncer, y este que suscribe, en verdad no ha descubierto nada nuevo, tan solo se considera un comunicador social, y transmisor del mensaje que ha visto en los libros de cáncer, que en su mayoría son libros escritos por médicos, oncólogos, investigadores, científicos, periodistas de investigación. Pero lo más importante sin duda en ellos, es el testimonio directo de los que han padecido la enfermedad y se han curado. Qué mejor información que de aquellos que han sufrido la enfermedad y nos cuentas sus experiencias para decirnos cómo lo han hecho.

La cura del cáncer se descubrió  allá por el año 1.928 por el Dr. Gerson, mediante una rigurosa alimentación alcalina a base de jugos de frutas y verduras. Pero se han descubierto muchas cosas más desde entonces para combatir el cáncer. Si a día de hoy no se ha erradicado todavía la enfermedad, es debido a los muchos intereses creados a nivel mundial por los gobiernos y las grandes instituciones.

Las emociones guían y modulan nuestras vidas. Son nuestro motor, constituyen el impulso que nos hace ir adelante, aunque no sepamos bien hacia dónde vamos. De hecho ya se ha comprobado que el 80% de las enfermedades son de origen emocional. Ver los vídeos de Enric Corbera (La caja de pandora).

A lo que nos hemos acostumbrado desde hace ya tiempo, es a poner en manos de otras personas nuestra salud. Y nuestra salud es lo más importante que tenemos en nuestra vida, ya que sin ella no podemos hacer nada. A lo largo de nuestra vida, hemos confiado en curas, médicos y farmacéuticos, y eso no ha cambiado prácticamente a lo largo del tiempo. Las personas que actualmente controlan tu salud, están decidiendo sobre tu vida, y nosotros somos los únicos responsables.

Ya hemos dicho en alguna ocasión, que toda medicina alopática es paliativa (lo dicen los médicos), es decir; no trata el verdadero origen o raíz de la enfermedad. ¿Qué pasa si te sanan? Lo más seguro es que se queden sin sustento. Yo mismo soy el vivo ejemplo: He sido alérgico al polen de las flores y gramíneas durante toda mi vida. He estado 25 años con vacunas y tratamientos, y no me he curado, la enfermedad (la alergia), continúa.

Andreas Moritz (Médico ayurvédico), dice en uno de sus libros, que “El cáncer no es una enfermedad, es un mecanismo de supervivencia”.  Pero en realidad no lo dice solo él, lo dicen más médicos en otros libros sobre cáncer. El contenido de este artículo, puede ser estremecedor para muchos, provocativo para otros, pero sí favorecedor para todos.

Muchas personas desconocen que el cuerpo tiene a nivel celular, la inteligencia y la capacidad para curarse a sí mismo (auto-curación). Lo que ocurre es que no le damos  la más mínima oportunidad de hacerlo.  Quizás unas veces por miedo y otras por diversas razones, lo cierto es que recurrimos de inmediato a la pastilla o al fármaco, para evitar el dolor y las molestias, sin pararnos a pensar, qué es lo que nuestro cuerpo está tratando de comunicarnos.

El cáncer y otras enfermedades debilitadoras en sí, no son enfermedades en realidad tal y como nos han dicho, son esfuerzos desesperados y finales por el cuerpo, para mantenerse vivo, y por el tiempo que las circunstancias lo permitan.  Quizá te sorprenda saber que una persona que es afligida con las causas principales del cáncer (lo cual constituye la verdadera enfermedad), lo más probable es que muriese rápidamente (menos de un mes), si las células del cuerpo no mutasen;  es decir, que produjeran células cancerígenas.

Sin embargo, y aunque nos parezca increíble, el cáncer está de nuestro lado, no contra nosotros. Por eso “NO HAY QUE LUCHAR CONTRA EL CÁNCER”.  Toda lucha es inútil. Es una batalla perdida de antemano. Luchando contra el cáncer, estamos causando el efecto contrario. La enfermedad hay que comprenderla, aceptarla y trascenderla, como ya hemos dicho en otros artículos. A no ser que cambiemos nuestras percepciones de lo que el cáncer verdaderamente es, éste continuará resistiéndose a los tratamientos.

El cáncer puede ser la oportunidad más grande que te haya ocurrido, para ayudarte a restaurar el balance en todos los aspectos de tu vida, pero también puede ser el resultado de un trauma severo y un sufrimiento continuo.

Para vivir dentro de un cuerpo humano, tú tienes acceso a cierta cantidad de energía inherente de forma fortalecedora y auto-sostenible o en una forma destructiva y debilitadora.

El cáncer no es  más que solo una de las muchas formas que el cuerpo está tratando de cambiar la forma que tú te ves, y cómo te tratas, incluyendo por supuesto a tu cuerpo. Esto inevitablemente trae el tema de la SALUD ESPIRITUAL, lo cual tiene en lo mínimo un rol tan importante en el cáncer como las razones físicas emocionales. Es el testimonio común de la gran mayoría de los que se han curado. Ver bibliografía de la Dra. Turner (las 9 claves de la remisión radical del cáncer).

¿Qué cosa es lo que hace que el 50% de la población hoy en día, sea propensa a desarrollar cáncer, cuando la otra mitad no tiene ningún riesgo? Culpar a los genes de eso es sólo una excusa para encubrir la ignorancia de sus verdaderas causas. Además, cualquier buen investigador genético te dirá que tal creencia es falta de lógica, y claramente no científica. El cáncer siempre ha sido una enfermedad rara o casi desconocida, en países industrializados durante los últimos 45-50 años. La respuesta a esta pregunta es increíblemente simple: Los genes dañados o defectuosos no matan a nadie. El cáncer no mata a una persona que esté afligida con éste. Lo que mata a una persona con cáncer no es el tumor, pero si las numerosas razones que hay detrás de las mutaciones celulares, y la razón del por qué es que el tumor se ha desarrollado. Estas razones básicas, son las que deberían de ser el enfoque detrás de todo tratamiento de cáncer, pero todavía la mayoría de oncólogos típicamente las ignoran. Conflictos constantes, vergüenza, por ejemplo, pueden fácilmente paralizar las funciones más básicas del cuerpo, y resultar en el desarrollo de un tumor cancerígeno.

Según información recabada en quince libros sobre cáncer, he empezado a reconocer cierto patrón de pensamiento, creencias, y sentimientos que son comunes en la mayoría de ellos. Para ser más específico, todavía no he leído sobre un paciente con cáncer o enfermedades crónicas que no siente el pesar de algunos de los siguientes: pobre auto-estima, conflictos no resueltos, preocupaciones, muchos miedos, o traumas emocionales del pasado que todavía se encuentran morando en su subconsciente. El cáncer, la enfermedad física, no puede ocurrir a no ser que haya una enmarcada presencia de una molestia emocional, y/o un asentamiento de frustración profunda.

Muchos pacientes con cáncer sufren de falta de auto-respeto, o baja auto-estima, y muchas de las veces, tienen “situaciones no terminadas” en sus vidas. El cáncer en sí, puede ser una fuente que puede revelar la presencia de un conflicto interno.

                “EL CÁNCER NO ES LA CAUSA DE QUE LA PERSONA ENFERME; ES LA ENFERMEDAD DE LA PERSONA LA QUE CAUSA EL CÁNCER”.

                Para tratar el cáncer de una forma efectiva, requiere que la persona llegue a una función íntegra y plena en todos los niveles de su cuerpo de nuevo, y en todo su Ser. Es decir: el tratamiento ha de ser holístico (cuerpo, mente y espíritu). Somos mucho más que un simple cuerpo físico. Los recientes descubrimientos de la Física Cuántica nos dice que somos seres multidimensionales, y que interactuamos en varias dimensiones de existencia a través de campos magnéticos y electromagnéticos de los que nosotros también formamos parte.

Es un hecho médico ya sabido, que todas las personas sin excepción, tenemos células cancerígenas todo el tiempo. De hecho nacemos con el 9 % de ellas todos los seres humanos, y de nuestra forma de vida en general, dependerá que se activen o no.

Estas células cancerígenas permanecen indetectables por medio de las pruebas convencionales, hasta que se hayan multiplicado, o varios billones estén causando daños. Los tratamientos convencionales pueden reducir el número de células cancerígenas a un nivel indetectable, pero es seguro, que no pueden erradicar todas las células cancerígenas al 100 %. Siempre y cuando las causas del tumor permanezcan intactas, el cáncer puede re-aparecer en cualquier momento, en cualquier proporción, y en cualquier sitio del cuerpo.

Curar el cáncer tiene muy poco que ver con deshacerse de un grupo de células cancerígenas detectables. Tratamientos como la quimioterapia y radioterapia, pueden ciertamente envenenar o quemar muchas células cancerígenas, pero estos procesos como sabemos, también pueden destruir muchas células en la médula ósea, tracto intestinal, hígado, riñones, pulmones, etc., lo cual muchas veces desembocan en daños irreparables de órganos y sistemas enteros en el cuerpo. Una verdadera curación de cáncer, no pasa por el costo y destrucción de otras partes vitales del cuerpo, a través de los tratamientos agresivos citados.

Cada año, cientos de miles de personas quienes una vez eran “exitosamente” tratadas de cáncer, mueren de infecciones, ataques al corazón, insuficiencia hepática y renal, y otras enfermedades, debido a que los tratamientos de cáncer generan una cantidad masiva de inflamación y destrucción de los órganos  y sistemas del cuerpo. Por supuesto, estas causas no son atribuidas al cáncer. Esta omisión estadística lo hace lucir, como si estuviéramos progresando en la lucha contra el cáncer. Sin embargo, muchas más personas están muriendo a causa de los tratamientos del cáncer que del mismo cáncer. Una verdadera curación es lograda solo cuando las causas de desarrollo excesivo de células cancerígenas han sido removidas o detenidas. El cambio empieza por nosotros mismos.

La sanación está dentro de ti.

 

 

 

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