–Foto cedida por Áurea Docampo R. Sujeta a derechos de autor © –
¿Realmente hay que luchar?
Estas palabras son las que se dicen ahora los pacientes, cada vez que se diagnostica un cáncer en nuestro país. “Tienes que ser fuerte” “Tienes que luchar”, “Tienes que ser valiente”, no te rindas. Pues no señores, no estoy de acuerdo, se trata justo de lo contrario. El cáncer no se trata de luchar, el cáncer se trata de entender qué es lo que no funciona en tu vida. El cáncer es solamente un intento desesperado de nuestras células para seguir con vida. Luchar contra ellas, en realidad, significa luchar contra nosotros mismos.
¿Qué es el cáncer?
Todas las enfermedades son ácidas, y donde hay oxígeno y alcalinidad, no pueden existir enfermedades, incluido el cáncer. La enfermedad es la expresión de un exceso de ácidos en el cuerpo humano.
El cáncer es una enfermedad, que en mayor o menor medida, pone el freno de mano a tu vida. El cáncer es el resultado del estilo de vida físico, junto con los procesos mentales, emocionales, espirituales y los factores de estrés asociados a ellos. El cáncer es un programa puesto en marcha por nuestro cerebro, en respuesta a acontecimientos vividos bajo un estrés enorme (conflictos y desequilibrios) Dr. Gerd Ryke Hamer.
El origen del cáncer podría atribuirse a la disminución de la capacidad de la sangre para transportar oxígeno a las células. Al no eliminar estos residuos, comenzarán a complicarse muchas cosas.
El cuerpo no puede permitir que el PH varíe en la sangre, ha de estar entre unos parámetros. El PH o potencial de hidrógeno, es una medida de concentración de iones de hidrógeno, una medida de la acidez o alcalinidad de una solución. Para el organismo no significa nada quedarse sin cabello, pero un PH ácido significa la muerte. (ALCALINIZAR O MORIR), Vídeo del Dr. Martí Bosch (Oncólogo pediátrico).
Todas las formas de cáncer se caracterizan por dos condiciones básicas: LA ACIDOSIS Y LA HIPOXIA. Estado de deficiencia de oxígeno en la sangre, células y tejidos del organismo, con compromiso de la función de los mismos.
Según el Dr. Pischinguer (catedratico de la Facultad de medicina en Viena Austria), en su tesis doctoral explica el origen de toda enfermedad, no solo del cáncer. Plantea que la mayoría de las enfermedades empiezan no en las células, sino alrededor de ellas. Es el entorno celular, el responsable de que las células se alteren en el espacio intersticial, debido al fallo en el riñón (renal), fallo del hígado (hepático), fallo pulmonar o fallo multisistémico.
Nuestro cuerpo funciona a base de filtros (como un coche, solo que en el coche se cambian, aquí no. Tenemos que limpiarlos). Lo que están filtrando nuestro pulmón, hígado y riñones, son los residuos metabólicos del sistema celular. Si este estancamiento de residuos metabólicos en el entorno de nuestras células se perpetúa en el tiempo y se incrementa, empezaran los problemas. Sin una adecuada eliminación de estos tóxicos, la célula acabará ahogada en sus propios residuos metabólicos, por los nitritos de sus propios excrementos. Dr. Martí Bosch (Oncólogo pediátrico).
Según el Dr. Otto Heinrich (Premio Nobel en 1931), afirma que el cáncer es una consecuencia de una alimentación antifisiológica y un estilo de vida antifisiológico. Porque una alimentación antifisiológica (dieta basada en alimentos acidificantes y sedentarismo, crea en nuestro organismo un entorno de acidez, que a su vez expulsa el oxígeno de las células. Las sustancias ácidas rechazan el oxigeno, en cambio las sustancias alcalinas lo atraen, Privar a una célula del 35% de oxígeno durante 48 h. puede convertirlas en cancerosas. Las células cancerosas son anaerobias (falta de oxígeno). Y no pueden sobrevivir en presencia de altos niveles de oxígeno; en cambio, sobreviven gracias a la glucosa siempre y cuando el entorno esté libre de oxígeno. Si a la célula cancerosa le quitamos la glucosa (su combustible), y llevamos una dieta alcalina, la cual proporciona oxígeno a la célula, el cáncer no podrá aguantar.
El cáncer, una ingeniosa misión de rescate (Viene a salvarnos la vida).
Existe una falsa creencia de que el cuerpo intenta autodestruirse. Es justamente lo contrario.
El cuerpo somatiza la enfermedad para avisarnos que tenemos que cambiar nuestra actual forma de vivir en algún aspecto, pensamientos y emociones fundamentalmente. El cáncer en realidad no es una enfermedad; es el mecanismo final y más desesperado de supervivencia que tiene el cuerpo a su disponibilidad para seguir viviendo. El cáncer solo toma control del cuerpo, cuando todas las otras medidas de protección o auto-preservación han fallado. Por lo tanto, el cáncer no sería nada más que, un mecanismo de defensa que tienen ciertas células del organismo para continuar con vida en un entorno ácido y carente de oxígeno.
Es importante entender que las células cancerosas no son enemigos procedentes del exterior. Ellas representan el intento desesperado de parte de algunas células por sobrevivir. El cuerpo ante toda enfermedad (incluido el cáncer), siempre actúa de la misma manera: intenta auto-limpiarse y curarse, o al menos, intenta prolongar la vida como es el caso del cáncer, aunque no nos lo parezca.
El cuerpo ve, y reconoce en el cáncer un mecanismo de defensa, y no lo contrario. El mecanismo de defensa para no morir, es la propia enfermedad.
El cuerpo permite que las células muten en interés propio para seguir sobreviviendo. Con lo cual, el cáncer aunque no nos lo parezca, en realidad nos está dando una prórroga de vida, las células de nuestro cuerpo nos dan una última oportunidad final.
El cáncer tiene lugar, cuando fallan otras medidas de autocuración de nuestro cuerpo. Si las células no mutaran, nuestro cuerpo moriría de una forma mucho más rápida, quizás en menos de un mes. Para verdaderamente curar el cáncer, y lo que representa en la vida de una persona, tenemos que llegar al entendimiento, que la razón por la que el cuerpo permite que algunas de sus células crezcan en una forma anormal, es en su mayor y más alto interés, y no una indicación que está por destruirse a sí mismo.
El cáncer es un esfuerzo de curación por el cuerpo y para el cuerpo. Obstruyendo este esfuerzo de curación puede destruir el cuerpo (las operaciones no son la solución aunque lo parezcan).
El cáncer, como toda enfermedad grave, es una experiencia que nos da la oportunidad de manifestar nuestra capacidad de superación, y nos trae un gran aprendizaje, y un gran mensaje. Conocernos a nosotros mismos, y encontrar el verdadero sentido de la vida.
La enfermedad sobreviene cuando estamos y nos mantenemos desconectados de nuestro interior, de nuestra verdadera esencia.
«El cuerpo, las emociones y la mente, constituyen el ser humano integral, y si no conviven en armonía, es inevitable el conflicto.» (J. krishnamurti).
